Estado de Flow (o Estado de Fluidez) es un concepto introducido por la psicología positiva que implica que la persona está en su estado de máxima motivación y enfoque mientras realiza una tarea, y disfruta de hacerlo.
El término Fluir (flow en inglés) es introducido en 1990 por el psicólogo húngaroestadounidense Mihály Csíkszentmihályi, en su libro “Flow: La psicología de la experiencia óptima”. Desde allí, se ha escrito bastante sobre el tema, que se relaciona fundamentalmente con la creatividad, el talento y la felicidad al realizar una tarea. Significa que estamos tan inmersos en la actividad que sentimos que el tiempo vuela y disfrutamos cada segundo que pasa.
De acuerdo con los postulados de la psicología positiva, todos somos capaces de aprender y practicar hasta que llegamos a un punto en el que rendimos de manera fluida al hacer cosas que meses o años atrás nos hubieran parecido imposibles.
Lo que ocurre durante el estado de Flow…
- La atención se centra completamente en la tarea, olvidando lo que ocurre alrededor e ignorando las distracciones.
- Se genera un sentimiento placentero relacionado con lo que estás haciendo.
- Se pierde la noción del tiempo y parece pasar más rápido de lo habitual.
- Desaparecen las incomodidades y la sensación de fatiga, lo que hacemos no requiere esfuerzo.
- Nos percibimos capaces y competentes para realizar la tarea, la cual aún es suficientemente desafiante para no resultar aburrida.
El primer de estos puntos nos habla de centrar completamente la atención en la tarea así que de algún modo podemos relacionarlo con la práctica de Mindfulness… donde entrenamos a nuestra mente para poner “atención plena y deliberada al momento presente”.
Justamente, la práctica continua de Mindfulness, nos brinda el entrenamiento para enfocarnos en la tarea ignorando las distracciones y así podríamos favorecer el estado Flow.
También relacionado con la práctica de la atención plena es el hecho de que el estado de Flow no puede forzarse, sino que ocurrirá de forma natural cuando se den ciertas condiciones. Esto implica que nos dispongamos a realizar la actividad sin juzgar y aceptando lo que ocurra o “fluya” en cada momento.
¿Qué hace falta entonces para conseguir este estado? Como mínimo…
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Que la tarea que estamos realizando nos genere motivación intrínseca.
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Que nuestro nivel de habilidad coincida con la dificultad de la tarea, suficientemente desafiante para motivarnos, pero no tan fuera de nuestra zona de confort que nos abrume.
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Que el ámbito donde estemos desarrollando la tarea sea favorable y libre de interrupciones, ya que vivimos en un mundo lleno de distracciones.
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Que estemos enfocados en el “proceso”, es decir en la tarea que estamos haciendo y no en el resultado.
Thank you.